miércoles, 18 de julio de 2012

A ray of light in the middle of storm.

Un mes casi sin escribir, justamente el tiempo que ha durado la tormenta. Es verdad, está mal llamarle tormenta, no ha sido así. Ha sido más un diluvio universal, todo lo que tiene que ver con lo mismo acaba siéndolo.
Pero ahora, todo lo oscuro parece desvanecerse. Parece que poco a poco, cuando voy cayendo a mis pies, sin fuerzas y escalando la montaña más alta sin ningún arnés que me sujete, se va abriendo un trocito de luz en mitad de esas nubes que no me dejan ver.
Parpadea, muy lentamente. Posiblemente en realidad ese rayo de luz no tenga la intensidad con la que yo lo veo, no lo dudo. Pero ahora mismo el mínimo canto de un pájaro me haría ver que la oscuridad es efímera, que vale más la pena quedarme de pie que aguantar mi columna vertebral con las cuatro extremidades.
Ese rayito que sabe sacarme una sonrisa con el mínimo destello cuando un numerito blanco en un circulito verde se alza sobre su foto, cuando veo alguna "S" que le relacione. Sus inocentes ojos, sus ganas de morir al tenerme cerca, su pícara sonrisa... Ahora mismo lo único que quiero es que estas dos semanas pasen como segundos y subir por esa débil escalera de papel que puede llevarme hasta allí. Para acabar abrazándole en algún sitio desértico, mientras no encuentra una seguridad y yo se la ponga en bandeja. 
No tengo nada que perder, la sonrisa ya la he recuperado.


Sombrero y camisa Sfera